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Ansiedad

RESUMEN 

Preocupación y miedo intensos, excesivos y continuos ante situaciones cotidianas. Es posible que se produzca taquicardia, respiración agitada, sudoración y sensación de cansancio.

¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad es un sentimiento de miedo, temor e inquietud. Puede hacer que sude, se sienta inquieto y tenso, y tener palpitaciones. Puede ser una reacción normal al estrés. Por ejemplo, puede sentirse ansioso cuando se enfrenta a un problema difícil en el trabajo, antes de tomar un examen o antes de tomar una decisión importante. Si bien la ansiedad puede ayudar a enfrentar una situación, además de darle un impulso de energía o ayudarle a concentrarse, para las personas con trastornos de ansiedad el miedo no es temporal y puede ser abrumadora.

Causas Comunes

La ansiedad puede ser normal en situaciones estresantes, como hablar en público o realizar una prueba. La ansiedad es solo un indicador de una enfermedad subyacente cuando los sentimientos se vuelven excesivos, en todo momento e interfieren con la vida cotidiana.

Autotratamiento

Realizar actividad física, seguir una dieta saludable, tener un patrón de sueño regular y realizar ejercicios de relajación pueden ayudar a reducir la ansiedad. Unirse a un grupo de apoyo también puede ayudar. Para controlar los síntomas de manera eficaz, se recomienda evitar la cafeína, el alcohol y la nicotina

Buscar atención médica

Ante los siguientes síntomas, consulta a tu médico de inmediato:

pensamientos suicidas

dificultad para trabajar o llevar a cabo actividades cotidianas

Ante los siguientes síntomas, pide una cita con tu médico:

Tienes dificultad para trabajar o mantener relaciones personales.

Te excedes con el alcohol u otras sustancias.

Te sientes triste o decaído.

 

CONDICIONES RELACIONADAS A LA SALUD

 

TRASTORNOS DE ANSIEDAD

¿Qué son los trastornos de ansiedad?

Los trastornos de ansiedad son afecciones en las que la ansiedad no desaparece y puede empeorar con el tiempo. Los síntomas pueden interferir con las actividades diarias, como el desempeño en el trabajo, la escuela y las relaciones entre personas.

¿Cuáles son los tipos de trastornos de ansiedad?

Existen varios tipos de trastornos de ansiedad, incluyendo:

·         Trastorno de ansiedad generalizada: Las personas con este trastorno se preocupan por problemas comunes como la salud, el dinero, el trabajo y la familia. Pero sus preocupaciones son excesivas y las tienen casi todos los días durante al menos 6 meses

·         Trastorno de pánico: Las personas con trastorno de pánico sufren de ataques de pánico. Estos son repentinos y repetidos momentos de miedo intenso sin haber un peligro aparente. Los ataques se producen rápidamente y pueden durar varios minutos o más

·         Fobias: Las personas con fobias tienen un miedo intenso a algo que representa poco o ningún peligro real. Su miedo puede ser por arañas, volar, ir a lugares concurridos o estar en situaciones sociales (conocida como ansiedad social)

¿Qué causa los trastornos de ansiedad?

No se conoce la causa de la ansiedad. Factores como la genética, la biología y química del cerebro, el estrés y su entorno pueden tener un rol.

¿Quién está en riesgo de tener trastornos de ansiedad?

Los factores de riesgo para los diferentes tipos de trastornos de ansiedad pueden variar. Por ejemplo, el trastorno de ansiedad generalizada y las fobias son más comunes en las mujeres, pero la ansiedad social afecta a hombres y mujeres por igual. Existen algunos factores de riesgo generales para todos los tipos de trastornos de ansiedad, incluyendo:

·         Ciertos rasgos de personalidad, como ser tímido o retraído cuando está en situaciones nuevas o conoce personas nuevas

·         Eventos traumáticos en la primera infancia o la edad adulta

·         Antecedentes familiares de ansiedad u otros trastornos mentales

·         Algunas afecciones de salud física, como problemas de tiroides o arritmia

¿Cuáles son los síntomas de los trastornos de ansiedad?

Los diferentes tipos de trastornos de ansiedad pueden tener síntomas diferentes. Pero todos muestran una combinación de:

·         Pensamientos o creencias ansiosos difíciles de controlar: Le hacen sentir inquieto y tenso e interfieren con su vida diaria. No desaparecen y pueden empeorar con el tiempo

·         Síntomas físicos, como latidos cardíacos fuertes o rápidos, dolores y molestias inexplicables, mareos falta de aire

·         Cambios en el comportamiento, como evitar las actividades cotidianas que solía hacer

·         El uso de cafeína, otras sustancias y ciertos medicamentos pueden empeorar sus síntomas.

¿Cómo se diagnostican los trastornos de ansiedad?

Para diagnosticar los trastornos de ansiedad, su profesional de la salud le preguntará sobre sus síntomas e historial médico. También es posible que le hagan un examen físico y pruebas de laboratorio para verificar que otro problema de salud no sea la causa de sus síntomas.

Si no tiene otro problema de salud, recibirá una evaluación psicológica. Su proveedor puede hacerlo, o puede ser derivado a un profesional de salud mental para ello.

¿Cuáles son los tratamientos para los trastornos de ansiedad?

Los principales tratamientos para los trastornos de ansiedad son psicoterapia (terapia de conversación), medicamentos o ambos:

·         La terapia cognitiva conductual es un tipo de psicoterapia que a menudo se usa para tratar los trastornos de ansiedad. Enseña diferentes formas de pensar y comportarse. Puede ayudarle a cambiar cómo reacciona ante las cosas que le causan miedo y ansiedad. Puede incluir terapia de exposición, la que se enfoca en confrontar sus miedos para que pueda hacer las cosas que ha estado evitando

·         Los medicamentos para tratar los trastornos de ansiedad incluyen medicamentos contra la ansiedad y ciertos antidepresivos. Algunos tipos de medicamentos pueden funcionar mejor para tipos específicos de trastornos de ansiedad. Debe comunicarse bien con su profesional de la salud para identificar qué medicamento es mejor para usted. Es posible que deba probar más de un medicamento antes de encontrar el correcto

 

TRASTORNO DE ANSIEDAD GENERALIZADA

Descripción general

Es normal sentirse ansioso en algunos momentos, en especial, si tu vida es estresante. Sin embargo, la ansiedad y la preocupación excesivas y continuas que son difíciles de controlar e interfieren en las actividades diarias pueden ser signo de un trastorno de ansiedad generalizada.

Es posible padecer un trastorno de ansiedad generalizada en la niñez o en la edad adulta. El trastorno de ansiedad generalizada tiene síntomas similares a los del trastorno de pánico, el trastorno obsesivo compulsivo y otros tipos de ansiedad, pero todas son enfermedades diferentes.

Vivir con trastorno de ansiedad generalizada puede ser un desafío de largo plazo. En muchos casos, se produce junto con otros trastornos de ansiedad o emocionales. En la mayoría de los casos, el trastorno de ansiedad generalizada mejora con psicoterapia o medicamentos. También puede ser útil hacer cambios en el estilo de vida, aprender a hacer frente a desafíos o situaciones y practicar técnicas de relajación.

Síntomas

Los síntomas del trastorno de ansiedad generalizada pueden variar. Algunos de ellos son los siguientes:

·         Preocupación o ansiedad persistentes por determinados asuntos que son desproporcionados en relación con el impacto de los acontecimientos

·         Pensar demasiado los planes y las soluciones a todos los peores resultados posibles

·         Percibir situaciones y acontecimientos como amenazantes, incluso cuando no lo son

·         Dificultad para lidiar con situaciones de incertidumbre

·         Temperamento indeciso y miedo a tomar la decisión equivocada

·         Incapacidad para dejar de lado u olvidar una preocupación

·         Incapacidad para relajarse, sensación de nerviosismo y sensación de excitación o de estar al límite

·         Dificultad para concentrarse, o sensación de que la mente se «pone en blanco»

Los signos y síntomas físicos pueden ser los siguientes:

·         Fatiga

·         Trastornos del sueño

·         Tensión muscular o dolores musculares

·         Temblor, agitación

·         Nerviosismo o tendencia a los sobresaltos

·         Sudoración

·         Náuseas, diarrea o síndrome del intestino irritable

·         Irritabilidad

Puede haber momentos en que las preocupaciones no te consumen por completo, pero de todos modos te sientes ansioso, aunque no haya motivos evidentes. Por ejemplo, podrías sentir una gran preocupación sobre tu seguridad o la seguridad de tus seres queridos, o tal vez sientas que algo malo está por sucederte.

Tu ansiedad, tu preocupación y los síntomas físicos te provocan angustia considerable en situaciones sociales, laborales y en otros ámbitos de tu vida. Las preocupaciones pueden cambiar de una inquietud a otra, y pueden variar según el momento y la edad.

Síntomas en los niños y adolescentes

Los niños y los adolescentes pueden tener preocupaciones similares a las de los adultos, pero también pueden preocuparse en exceso por lo siguiente:

·         Desempeño en la escuela o en eventos deportivos

·         Seguridad de los familiares

·         Llegar a tiempo (puntualidad)

·         Terremotos, guerras nucleares y otras situaciones catastróficas

Un niño o adolescente con preocupación excesiva puede manifestar lo siguiente:

·         Sentirse demasiado ansioso por tratar de integrarse

·         Ser un perfeccionista

·         Volver a hacer algunas tareas porque no salieron perfectas la primera vez

·         Pasar demasiado tiempo haciendo las tareas de la escuela

·         Carecer de confianza

·         Esforzarse para obtener la aprobación

·         Exigir demasiada atención sobre su desempeño

·         Tener dolores de estómago frecuentes u otros síntomas físicos

·         Evitar ir a la escuela o evitar situaciones sociales

Cuándo consultar al médico

Un poco de ansiedad es normal, pero consulta con el médico en los siguientes casos:

·         Sientes que te preocupas demasiado y eso interfiere en tu trabajo, tus relaciones u otros aspectos de tu vida

·         Te sientes deprimido o irritable, tienes problemas con el alcohol o con las drogas, o tienes otros problemas de salud mental además de la ansiedad

·         Si tienes conductas o pensamientos suicidas, busca atención de urgencia de inmediato

Es poco probable que tus preocupaciones desaparezcan solas e, incluso, pueden empeorar con el tiempo. Trata de buscar ayuda de un profesional antes de que la ansiedad se agrave. Puede ser más fácil tratarla al comienzo.

Causas

Como sucede con muchas enfermedades mentales, la causa del trastorno de ansiedad generalizada probablemente surge de una interacción compleja de factores biológicos y ambientales, que pueden incluir los siguientes:

·         Diferencias en la química y la función del cerebro

·         Genética

·         Diferencias en la forma de percibir las amenazas

·         Desarrollo y personalidad

Factores de riesgo

A las mujeres se les diagnostica trastorno de ansiedad generalizada de manera un poco más frecuente que a los hombres. Los siguientes factores podrían aumentar el riesgo de padecer un trastorno de ansiedad generalizada:

·         Personalidad. Una persona que es tímida o que tiene un temperamento negativo o que evita cualquier situación peligrosa puede ser más propensa a padecer un trastorno de ansiedad generalizada que otras.

·         Genética. El trastorno de ansiedad generalizada puede ser hereditario.

·         Experiencias. Es posible que las personas con trastorno de ansiedad generalizada tengan antecedentes significativos de cambios de vida, experiencias negativas o traumáticas durante la infancia, o un suceso negativo o traumático reciente. Las enfermedades crónicas u otros trastornos de salud mental podrían aumentar el riesgo.

Complicaciones

Tener trastorno de ansiedad generalizada puede ser incapacitante. Este estudio puede:

·         Afectar tu capacidad de realizar ciertas tareas de manera rápida y eficiente, porque te cuesta concentrarte

·         Quitarte tiempo y hacer que no te concentres en otras actividades

·         Reducir tu energía

·         Aumentar el riesgo de que sufras depresión

El trastorno de ansiedad generalizada también puede provocar o empeorar otras afecciones físicas, tales como las siguientes:

·         Problemas digestivos o intestinales, como el síndrome del intestino irritable o úlceras

·         Dolores de cabeza y migrañas

·         Dolor y enfermedad crónicos

·         Problemas para dormir e insomnio

·         Problemas del corazón

El trastorno de ansiedad generalizada a menudo se presenta junto con otros problemas de salud mental, lo cual puede hacer que el diagnóstico y el tratamiento resulten más desafiantes. Algunos trastornos de salud mental que con frecuencia se manifiestan junto con el trastorno de ansiedad generalizada comprenden los siguientes:

·         Fobias

·         Trastorno de pánico

·         Trastorno de estrés postraumático (TEPT)

·         Trastorno obsesivo compulsivo (TOC)

·         Depresión

·         Pensamientos suicidas o suicidio

·         Abuso de sustancias

Prevención

No hay forma de predecir con certeza qué hará que una persona padezca un trastorno de ansiedad generalizado, pero puedes tomar medidas para disminuir el efecto de los síntomas si tienes ansiedad:

·         Pide ayuda enseguida. La ansiedad, al igual que muchos otros trastornos mentales, puede ser más difícil de tratar si no buscas ayuda de inmediato.

·         Lleva un diario personal. Llevar un registro de tu vida personal puede ayudarlos a ti y a tu proveedor de atención médica mental a identificar cuál es la causa del estrés y qué parece ayudarte a sentirte mejor.

·         Establece prioridades en tu vida. Puedes disminuir la ansiedad si administras bien tu tiempo y tu energía.

·         Evita el consumo de sustancias no saludables. El consumo de alcohol y drogas, e incluso de nicotina o cafeína, puede provocar ansiedad o empeorarla. Si tienes una adicción a estas sustancias, dejarlas puede provocarte ansiedad. Si no puedes dejarlas solo, consulta con tu médico o busca un programa de tratamiento o un grupo de ayuda que te sirva.

 

TRASTORNO DE ANSIEDAD SOCIAL (FOBIA SOCIAL)

Descripción general

Es normal sentirse nervioso en algunas situaciones sociales. Por ejemplo, tener una cita o dar una presentación pueden causar esa sensación de tener mariposas en el estómago. Pero en el trastorno de ansiedad social, también llamado «fobia social», las interacciones de todos los días causan muchísima ansiedad, inseguridad y vergüenza por miedo al escrutinio o la opinión de los demás.

En el trastorno de ansiedad social, el miedo y la ansiedad conducen a una abstención que puede alterar su vida. El estrés grave puede afectar tus relaciones, la rutina diaria, el trabajo, la escuela u otras actividades.

El trastorno de ansiedad social puede ser una afección crónica de salud mental, pero aprender la capacidad de afrontar en psicoterapia y tomar medicamentos pueden ayudarte a ganar confianza y mejorar tu capacidad para interactuar con otros.

Síntomas

La timidez o incomodidad en ciertas situaciones no son necesariamente signos de trastorno de ansiedad social, especialmente, en los niños. El nivel de comodidad en las situaciones sociales varía y depende de los rasgos de la personalidad del individuo y de sus experiencias de vida. Algunas personas son reservadas por naturaleza, y otras son más extrovertidas.

A diferencia del nerviosismo diario, el trastorno de ansiedad social comprende miedo, ansiedad y evasión, que interfieren con la rutina diaria, el trabajo, la escuela u otras actividades. El trastorno de ansiedad social suele comenzar a principios o mediados de la adolescencia, aunque a veces puede empezar en niños más pequeños o en adultos.

Síntomas emocionales y conductuales

Los signos y síntomas del trastorno de ansiedad social comprenden la persistencia de lo siguiente:

·         Temor a situaciones donde podrías ser juzgado

·         Angustia por sentirte avergonzado o humillado

·         Temor intenso de interactuar o hablar con extraños

·         Temor a que los demás noten que estás ansioso

·         Temor a tener síntomas físicos que puedan causarte incomodidad, como sonrojarte, sudar, temblar o que te tiemble la voz

·         Dejar de hacer algunas actividades o dejar de hablar con ciertas personas por miedo a sentirte avergonzado

·         Evitar situaciones donde puedas ser el centro de atención

·         Tener ansiedad en los momentos previos a enfrentar una situación o actividad que te da miedo

·         Miedo intenso o ansiedad durante las situaciones sociales

·         Después de una situación social, analizar tu desempeño e identificar fallas en tus interacciones

·         Esperar las peores consecuencias posibles de una experiencia negativa en una situación social

En el caso de los niños, es posible que exterioricen la ansiedad al interactuar con adultos o pares a través de llantos, berrinches, aferrarse a los padres o negarse a hablar en situaciones sociales.

El trastorno de ansiedad social del tipo de desempeño se produce cuando se experimenta un miedo y una ansiedad intensos al hablar o actuar en público, pero no en otros tipos de situaciones sociales más generales.

Síntomas físicos

A veces, hay signos y síntomas físicos que pueden acompañar el trastorno de ansiedad social y pueden ser:

·         Enrojecimiento

·         Latidos rápidos del corazón

·         Temblores

·         Sudoración

·         Malestar estomacal o náuseas

·         Dificultad para respirar

·         Mareos o aturdimiento

·         Sensación de que tu mente se quedó en blanco

·         Tensión muscular

Evitar situaciones sociales comunes

Las experiencias comunes y de todos los días que pueden ser difíciles de soportar cuando padeces un trastorno de ansiedad social son, por ejemplo:

·         Interactuar con personas desconocidas o extraños

·         Asistir a fiestas o reuniones sociales

·         Ir al trabajo o a la escuela

·         Iniciar la conversación

·         Hacer contacto visual

·         Tener citas

·         Entrar a una habitación donde los demás ya estén sentados

·         Devolver artículos a una tienda

·         Comer frente a los demás

·         Usar un baño público

Los síntomas del trastorno de ansiedad social pueden cambiar con el tiempo. Pueden exacerbarse ante exigencias o situaciones de estrés. Aunque evitar situaciones que produzcan ansiedad puede hacerte sentir mejor a corto plazo, es probable que tu ansiedad continúe en el largo plazo si no recibes tratamiento.

Cuándo debes consultar a un médico

Consulta con el médico o tu profesional de salud mental si temes o evitas situaciones sociales normales porque te causan incomodidad, angustia o pánico.

Causas

Como sucede con muchas otras enfermedades de salud mental, el trastorno de ansiedad social probablemente surge de una interacción compleja de factores biológicos y ambientales. Entre las causas posibles se incluyen las siguientes:

·         Atributos hereditarios. Los trastornos de ansiedad suelen ser hereditarios. Sin embargo, no está completamente claro hasta qué punto pueden deberse a la genética o a conductas adquiridas.

·         Estructura del cerebro. Una estructura del cerebro llamada «núcleo amigdalino» puede influir en el control de la respuesta ante el miedo. Las personas que tienen un núcleo amigdalino hiperactivo pueden tener una respuesta exacerbada ante el miedo, la cual causa un aumento de la ansiedad en situaciones sociales.

·         El entorno. El trastorno de ansiedad social puede ser una conducta adquirida. Algunas personas pueden desarrollar esta afección después de una situación social desagradable o incómoda. Además, puede existir una relación entre el trastorno de ansiedad social y los padres que modelan un comportamiento ansioso en situaciones sociales y que son más controladores o protectores con sus hijos.

Factores de riesgo

Varios factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar trastorno de ansiedad social, entre ellos:

·         Antecedentes familiares. Si tus padres biológicos o hermanos tienen trastorno de ansiedad social, tienes más probabilidades de desarrollarlo.

·         Experiencias negativas. Los niños que experimentan burlas, hostigamiento, rechazo, ridículo o humillación pueden ser más propensos a desarrollar trastorno de ansiedad social. Además, otros acontecimientos negativos de la vida, como los conflictos familiares, los traumas o los abusos, pueden estar asociados a este trastorno.

·         Carácter. Los niños que son tímidos, retraídos, introvertidos o reservados al enfrentar situaciones o personas nuevas pueden tener un riesgo mayor.

·         Nuevas exigencias sociales o laborales. Los síntomas del trastorno de ansiedad social suelen comenzar en la adolescencia, pero conocer a gente nueva, dar un discurso en público o hacer una presentación de trabajo importante puede desencadenar los síntomas por primera vez.

·         Tener una apariencia o afección que llame la atención. Por ejemplo, la desfiguración facial, la tartamudez o los temblores debidos a la enfermedad de Parkinson pueden aumentar la sensación de inseguridad y provocar trastorno de ansiedad social en algunas personas.

Complicaciones

Si no se trata, el trastorno de ansiedad social puede controlar tu vida. La ansiedad puede interferir con el trabajo, la escuela, las relaciones o la capacidad para disfrutar la vida. Este trastorno puede provocar:

·         Baja autoestima

·         Problemas para ser asertivo

·         Diálogo interno negativo

·         Hipersensibilidad a las críticas

·         Habilidades sociales deficientes

·         Aislamiento y relaciones sociales difíciles

·         Logros académicos y profesionales deficientes

·         Abuso de sustancias, por ejemplo, beber demasiado alcohol

·         Suicidio o intentos de suicidio

Otros trastornos de ansiedad y algunos otros trastornos de salud mental, en particular el trastorno depresivo mayor y los problemas de abuso de sustancias, suelen acompañar al trastorno de ansiedad social.

Prevención

No hay forma de predecir qué hará que una persona padezca un trastorno de ansiedad, pero puedes tomar medidas para disminuir la repercusión de los síntomas si eres ansioso:

·         Pide ayuda enseguida. La ansiedad, al igual que muchas otras afecciones de salud mental, puede ser más difícil de tratar si no buscas ayuda de inmediato.

·         Lleva un diario personal. Llevar un registro de tu vida personal puede ayudarte a ti y a tu profesional de salud mental a identificar cuál es la causa del estrés y qué parece ayudarte a sentirte mejor.

·         Establece prioridades en tu vida. Puedes disminuir la ansiedad si administras bien tu tiempo y tu energía. Asegúrate de dedicarle tiempo a hacer cosas que disfrutas.

·         Evita el consumo de sustancias no saludables. El consumo de alcohol y de sustancias, e incluso de cafeína o nicotina, puede provocar o empeorar la ansiedad. Si tienes una adicción a estas sustancias, dejarlas puede provocarte ansiedad. Si no puedes dejarlas solo, consulta con tu proveedor de atención médica o busca un programa de tratamiento o un grupo de apoyo que te sirva.

 

TRASTORNO DE ANSIEDAD POR SEPARACIÓN

Descripción general

La ansiedad por separación es una etapa de desarrollo normal entre los bebés y niños pequeños. Los niños suelen presentar un período de ansiedad por separación, pero por lo general lo superan aproximadamente a los 3 años de edad.

En el caso de algunos niños, la ansiedad por separación es un signo de un trastorno más grave conocido como trastorno de ansiedad por separación, que ya puede comenzar en la edad preescolar.

Si la ansiedad por separación que siente tu hijo parece intensa o prolongada (en especial si interfiere con la escuela o con otras actividades cotidianas, o si incluye ataques de pánico u otros problemas) es posible que tenga trastorno de ansiedad por separación. Esto se relaciona con mayor frecuencia con la ansiedad del niño sobre sus padres, pero también puede asociarse con otra persona responsable del cuidado cercana.

Con menos frecuencia, el trastorno de ansiedad por separación puede sucederle a adolescentes y adultos, y ocasionar problemas importantes al salir de casa o ir a trabajar. No obstante, el tratamiento puede ayudar.

Síntomas

El trastorno de ansiedad por separación se diagnostica cuando los síntomas son excesivos para la edad de desarrollo y causan una angustia o aflicción significativa en el funcionamiento diario. Entre los síntomas se pueden incluir los siguientes:

·         Angustia recurrente y excesiva sobre anticipar o estar lejos del hogar o de los seres queridos

·         Preocupación constante y excesiva sobre perder un padre u otro ser querido por una enfermedad o un desastre

·         Preocupación constante por algo malo que podría pasar, como perderse o ser secuestrado, lo que causa una separación de los padres u otros seres queridos

·         Rechazo a estar fuera del hogar por miedo a la separación

·         Rechazo a estar solo en la casa sin un padre u otro ser querido en la casa

·         Resistencia o rechazo a dormir fuera de la casa sin un padre u otro ser querido cerca

·         Pesadillas repetidas sobre la separación

·         Quejas frecuentes sobre dolores de cabeza, dolores de estómago u otros síntomas cuando se anticipa la separación de un padre u otro ser querido

El trastorno de ansiedad por separación puede estar relacionado con un trastorno de pánico y ataques de pánico: episodios repetidos de sentimientos repentinos de ansiedad intensa y miedo o terror que alcanzan un pico en una cuestión de minutos.

Cuándo debes consultar con un médico

El trastorno de ansiedad por separación generalmente no desaparece sin tratamiento, y puede conducir al trastorno de pánico y otros trastornos de ansiedad en la edad adulta.

Si tienes inquietudes acerca de la ansiedad por separación de tu hijo, habla con el pediatra de tu hijo o con otro profesional de salud.

Causas

En algunas ocasiones, el trastorno de ansiedad por separación puede aparecer a causa de estrés cotidiano que ocasiona la separación de un ser querido. Es posible que haya una causa genética en el desarrollo del trastorno.

Factores de riesgo

El trastorno de ansiedad por separación ocurre más a menudo en la infancia, pero puede continuar hasta la adolescencia y, en ocasiones, a la adultez.

Entre los factores de riesgo, se encuentran los siguientes:

·         Estrés o pérdida que ocasionan una separación, como la enfermedad o muerte de un ser querido, la pérdida de una mascota, el divorcio de los padres, la mudanza o la partida hacia la escuela

·         Algunos temperamentos que son más propensos a presentar trastornos de ansiedad que otros

·         Antecedentes familiares, que incluyen a familiares consanguíneos que tienen problemas de ansiedad o trastorno de ansiedad, lo cual indica que estos rasgos pueden ser hereditarios

·         Problemas ambientales, como estar presente durante un tipo de desastre que implica una separación

Complicaciones

El trastorno de ansiedad por separación ocasiona una gran angustia y dificultades para funcionar en situaciones sociales, en el trabajo o la escuela.

Los trastornos que pueden acompañar el trastorno de ansiedad por separación incluyen los siguientes:

·         Otros trastornos de ansiedad, como el trastorno de ansiedad generalizada, los ataques de pánico, las fobias, el trastorno de ansiedad social o la agorafobia

·         Trastorno obsesivo compulsivo

·         Depresión

Prevención

No hay una manera segura de prevenir el trastorno de ansiedad por separación de tu hijo, pero las siguientes recomendaciones pueden ser de utilidad.

·         Busca asesoramiento profesional cuanto antes si te preocupa que la ansiedad de tu hijo sea más grave que una etapa de desarrollo normal. El diagnóstico y tratamiento temprano puede ayudar a reducir los síntomas y evitar el empeoramiento del trastorno.

·         Cumple el plan de tratamiento para que no se produzcan recaídas o empeoramiento de los síntomas.

·         Busca tratamiento profesional si tienes ansiedad, depresión u otras preocupaciones sobre la salud mental, de manera que puedas dar el ejemplo a tu hijo sobre cómo hacer frente a las situaciones.

 

TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO (TOC)

Descripción general

El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) se caracteriza por un patrón de pensamientos y miedos no deseados (obsesiones) que provocan comportamientos repetitivos (compulsiones). Estas obsesiones y compulsiones interfieren en las actividades diarias y causan un gran sufrimiento emocional.

Puedes intentar ignorar o detener tus obsesiones, pero eso solo aumenta tu sufrimiento emocional y ansiedad. Finalmente, sientes la necesidad de realizar actos compulsivos para tratar de aliviar el estrés. A pesar de los esfuerzos por ignorar o deshacerte de los pensamientos o impulsos que te molestan, estos vuelven una y otra vez. Esto conduce a más comportamientos ritualistas, el círculo vicioso del trastorno obsesivo compulsivo.

El trastorno obsesivo compulsivo a menudo se centra en ciertos temas, por ejemplo, un miedo excesivo a contaminarse con gérmenes. Para aliviar los temores de contaminación, puedes lavarte compulsivamente las manos hasta que estén irritadas y agrietadas.

Si tienes un trastorno obsesivo compulsivo, puedes sentirte avergonzado y apenado por la afección, pero el tratamiento puede ser eficaz.

Síntomas

El trastorno obsesivo compulsivo suele incluir tanto obsesiones como compulsiones. Pero también es posible tener solo síntomas de obsesión o solo síntomas de compulsión. Puedes o no darte cuenta de que tus obsesiones y compulsiones son excesivas o irrazonables, pero ocupan mucho tiempo e interfieren en tu rutina diaria y en tu funcionamiento social, escolar o laboral.

Síntomas de obsesión

Las obsesiones del trastorno obsesivo compulsivo son pensamientos, impulsos o imágenes repetidos, persistentes y no deseados que son intrusivos y causan aflicción o ansiedad. Podrías tratar de ignorarlos o deshacerte de ellos realizando un comportamiento o ritual compulsivo. Estas obsesiones suelen entrometerse cuando intentas pensar o hacer otras cosas.

Las obsesiones a menudo tienen temáticas, tales como las siguientes:

·         Miedo a la contaminación o a la suciedad

·         Dudar y tener dificultades para tolerar la incertidumbre

·         Necesidad de tener las cosas ordenadas y simétricas

·         Pensamientos agresivos u horribles sobre la pérdida de control y el daño a sí mismo o a otros

·         Pensamientos no deseados, incluida la agresión, o temas sexuales o religiosos

Algunos ejemplos de los signos y síntomas de la obsesión incluyen lo siguiente:

·         Miedo a ser contaminado por tocar objetos que otros han tocado

·         Dudas de que hayas cerrado la puerta o apagado la estufa

·         Estrés intenso cuando los objetos no están ordenados o posicionados de cierta manera

·         Imágenes de conducir tu automóvil entre una multitud de gente

·         Pensamientos sobre gritar obscenidades o actuar inapropiadamente en público

·         Imágenes sexuales desagradables

·         Evitar las situaciones que pueden desencadenar obsesiones, como el apretón de manos

Síntomas de la compulsión

Las compulsiones del trastorno obsesivo compulsivo son comportamientos repetitivos que te sientes impulsado a realizar. Estos comportamientos repetitivos o actos mentales tienen como objetivo reducir la ansiedad relacionada con las obsesiones o evitar que algo malo suceda. Sin embargo, dejarse llevar por las compulsiones no trae ningún placer y puede ofrecer solo un alivio temporal de la ansiedad.

Puedes inventar reglas o rituales que te ayuden a controlar la ansiedad cuando tengas pensamientos obsesivos. Estas compulsiones son excesivas y a menudo no están relacionadas de manera realista con el problema que pretenden solucionar.

Al igual que las obsesiones, las compulsiones suelen tener temas como:

·         Lavado y limpieza

·         Comprobación

·         Recuento

·         Orden

·         Seguir una rutina estricta

·         Exigir tranquilidad

Algunos ejemplos de signos y síntomas de compulsión incluyen los siguientes:

·         Lavarse las manos hasta que la piel se vuelve áspera

·         Comprobar las puertas repetidamente para asegurarnos de que están cerradas

·         Revisar la cocina repetidamente para asegurarnos de que está apagada

·         Contar en ciertos patrones

·         Repetir en silencio una oración, palabra o frase

·         Arreglar las conservas para que tengan el mismo frente

La gravedad varía

El trastorno obsesivo compulsivo suele comenzar en la adolescencia o en la edad adulta joven, pero puede comenzar en la infancia. Los síntomas suelen comenzar progresivamente y tienden a variar en su gravedad a lo largo de la vida. Los tipos de obsesiones y compulsiones que experimentas también pueden cambiar con el tiempo. Los síntomas suelen empeorar cuando se experimenta un mayor estrés. El trastorno obsesivo compulsivo, que suele considerarse un trastorno de por vida, puede tener síntomas de leves a moderados o ser tan grave y prolongado que se vuelve incapacitante.

Cuándo debes consultar a un médico

Hay una diferencia entre ser un perfeccionista (por ejemplo, alguien que busca resultados perfectos o un rendimiento impecable) y tener un trastorno obsesivo compulsivo. Los pensamientos de una persona con trastorno obsesivo compulsivo no son simplemente preocupaciones excesivas por problemas reales en sus vidas o el placer de tener las cosas limpias u ordenadas de una manera específica.

Si tus obsesiones y compulsiones están afectando tu calidad de vida, consulta al médico o a un profesional de la salud mental.

Causas

Se desconoce la causa del trastorno obsesivo-compulsivo. Las principales teorías son:

·         Biología. El TOC puede resultar del cambio en la química natural del cuerpo o en las funciones cerebrales.

·         Genética. El TOC puede tener un componente genético, pero aún no se han identificado genes específicos.

·         Aprendizaje. Los miedos obsesivos y los comportamientos compulsivos se pueden aprender al observar a los familiares o de forma gradual a lo largo del tiempo.

Factores de riesgo

Entre los factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar o desencadenar el trastorno obsesivo compulsivo se incluyen los siguientes:

·         Antecedentes familiares. El hecho de tener padres u otros miembros de la familia con el trastorno puede aumentar el riesgo de desarrollar trastorno obsesivo compulsivo.

·         Acontecimientos estresantes en la vida. Si has experimentado eventos traumáticos o estresantes, tu riesgo puede aumentar. Esta reacción puede, por alguna razón, desencadenar los pensamientos intrusivos, los rituales y el sufrimiento emocional característicos del trastorno obsesivo compulsivo.

·         Otros trastornos de salud mental. El trastorno obsesivo compulsivo puede estar relacionado con otros trastornos de salud mental, como los trastornos de ansiedad, la depresión, el abuso de sustancias o los trastornos de tic.

Complicaciones

Los problemas derivados del trastorno obsesivo compulsivo pueden incluir los siguientes, entre otros:

·         El tiempo excesivo dedicado a los comportamientos rituales

·         Cuestiones de salud, como la dermatitis de contacto por el lavado frecuente de manos

·         Dificultad para asistir al trabajo, la escuela o las actividades sociales

·         Relaciones problemáticas

·         Mala calidad de vida en general

·         Pensamientos y comportamiento suicidas

Prevención

No hay una forma segura de prevenir el trastorno obsesivo compulsivo. Sin embargo, recibir tratamiento lo antes posible puede ayudar a evitar que el trastorno obsesivo compulsivo empeore y altere las actividades y la rutina diaria.

 



 


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